La GMR (Gran Mancha Roja) es uno de los rasgos más característicos de Júpiter. Fue descubierta en la segunda mitad del siglo XVII, es decir en los inicios de la observación telescópica. Se trata de una gigantesca tormenta con un tamaño equivalente al de la superficie de nuestro planeta. Cuesta imaginar las poderosas fuerzas que mantienen una tormenta de ese tamaño durante cientos de años. Sus alrededores son muy turbulentos y pueden cambiar su aspecto en cuestión de días o semanas. En esta animación, formada por dos fotografías tomadas a principios de octubre y principios de noviembre de 2011, podemos ver los cambios producidos. En una de las fotografías puede verse la sombra de un satélite.
La GMR puede observarse con pequeños telescopios, especialmente cuando la SEB (Banda Ecuatorial Sur) desaparece. En esos momentos la GMR destaca mucho sobre el disco del planeta y su color salmón es mucho más acentuado.
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